lunes, 5 de julio de 2010

Políticas expositivas del shunga

Originalmente publicado en Los apetitos de la buza, el 05/07/2010



En días pasados, en una reunión de colegas en Kioto, entre alguno que otro proyecto futuro, y rodeados por cerveza, sake y anguila, salió a relucir la magna exhibición que de shunga está preparando el Museo Británico para el año 2013, para cuya realización se están organizando varias actividades y talleres (como el que comenté en un post pasado)1, y de la que la mencionada reunión fue parte en cierta medida.
Esta exhibición será la mayor muestra de shunga que hasta el momento se ha hecho a nivel internacional, volviendo a ser Europa el espacio por excelencia para la organización de este tipo de eventos. Tratando de recordar un poco, a partir de la exposición que Marco Fagioli curara en 1989 para el Musée d'Ilx-elles, en Bruselas, las más recientes muestras que se han dedicado de manera total o parcial a la estampa erótica japonesa serían: "Kielletyt kuvat - vanhaa eroottista taidetta Japanista" (Museo de la Ciudad de Helsinki, 2003), "Lentelust. Erotische fantasiën in Edo Japan" (Kunsthal, Rotterdam, 2005), "L’Enfer de la Bibliothèque. Eros au secret" (Biblioteca Nacional de Francia, 2008), "The Art of Love: Ofer Shagan's Shunga Collection" (Tikotin Museum of Japanese Art, Haifa, 2009), "Shunga. Arte ed eros nel Giappone del periodo Edo" (Palazzo Reale, Milán, 2009), e "Imatges secretes. Picasso i l'estampa eròtica japonesa" (Museo Picasso, Barcelona, 2010).


Resulta muy interesante la reticencia puritana a realizar este tipo de exposiciones en Estados Unidos. No sólo no se ha presentado alguna, sino que además los pocos académicos de origen norteamericano que se han lanzado a estudiar ocasionalmente el shunga, tampoco trabajan en instituciones de ese país. Para el caso latinoamericano, en mi opinión, más fuerte que el prurito mojigato considero que las razones de mayor peso para que no se haya pensado en una exhibición así sería el desconocimiento generalizado que existe de estas piezas, la casi absoluta ausencia de especialistas en el tema, los malabares para la búsqueda de recursos, y, no olvidar, el "interés" por otro tipo de exhibiciones más "rimbombantes".
Sin embargo, y volviendo al tema de la pasada reunión en Kioto, a pesar de que estas piezas formaron parte de la cultura popular urbana de los siglos XVII, XVIII y XIX de Japón, y de que afortunadamente ya hoy conocemos de algunas colecciones públicas y privadas importantes, jamás se ha realizado una exhibición de shunga en ese país. El único intento contenido fue una pequeña muestra "semi-privada" que se montó el año pasado en el Art Research Center de la Universidad de Ritsumeikan (en Kioto), para acompañar la primera actividad de esta serie de talleres que antecederán a la exhibición del Británico. Por supuesto, ésto fue sólo del conocimiento de los asistentes al evento, y nunca se anunció públicamente.


Las razones detrás de la prohibición no explícita para realizar exposiciones de shunga en Japón recae en las formas que, todavía hoy, el aparato legal considera a estas piezas, consideraciones ambiguas y muchas veces absurdas que parten de la manera en que fueron clasificadas como "obscenas" a partir de los procesos de importación (desde arriba) de muchos de los discursos modernizantes occidentales hacia la segunda mitad del siglo XIX, entre ellos el puritanismo victoriano.
A pesar de los intentos de ciertos grupos de editores, artistas y, sobre todo, académicos por cambiar esta situación, y a pesar del impacto que en los últimos 5 años ellos han tenido en la opinión pública a partir de la adopción de estrategias de conversión del shunga en "arte" (estrategias muy cuestionables por cierto, y sobre las que abundo bastante en mi nuevo libro que estará ya publicado a fnes de este año), parecería no muy promisorio el futuro de la exhibición publica de shunga en Japón.
Finalmente, quizás lo que más me llamó la atención de la mencionada reunión con la que empecé el post, es que algunos de los colegas japoneses allí reunidos (quienes son algunos de los escasos investigadores de shunga a nivel mundial; me serían suficientes los dedos de mis manos para contarnos), están previendo el éxito que de seguro tendrá la exhibición en el Británico para así (y con la ayuda de los medios de prensa) intentar forzar la realización de una primera muestra pública de los shunga japoneses y de colecciones japonesas muchos de ellos, en Japón.

NOTAS
1. Por cuenta de la erupción del volcán en Islandia, este taller se pospuso para el 12 - 13 de septiembre de este año.

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